lunes, 21 de septiembre de 2015

CRITICA: Silo: La espiritualidad migrante

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Títuto: Silo
Dirección: Leandro Bartoletti
Clasificación: ATP
Duración: 98 minutos
Género: Documental
Distribuidora: Independiente
Origen: Argentina
Año Realización: 2015
Fecha de estreno: 17/09/2015

Puntaje: 8 (ocho)

Por Pablo Arahuete

Hay tres dichos populares que se entrecruzan para tratar de encontrar al menos un horizonte y abarcar al polifacético mendocino Mario Luis Rodríguez Cobos, cuyo apodo trascendió fronteras y corazones por diferentes espacios del planeta y se sintetizó en una palabra de cuatro letras: Silo.

Estreno el 17 de septiembre en el Espacio INCAA Km 0, Cine Gaumont, Rivadavia 1635.

Grafitis callejeros, no sólo en argentina, sino por ejemplo en Roma o París, encuentros multitudinarios en montañas o extraños parajes de diferentes países, dejan reflejada que la obra del fundador del Movimiento Humanista devenido Partido Humanista, sembró semillas de conciencia, transmitió una filosofía de vida y un contra poder sumamente subversivo para los convencionalismos políticos aún vigentes. Por lo tanto, el primer dicho popular para acercarse a Silo es “nadie es profeta en su tierra”.

Su prédica se extiende desde el trabajo con grupos bajo una disciplina donde laSILO_BLOQUE_16 F idea de maestro y discípulo es abolida y que fuera a lo largo de las décadas estigmatizada por la mala prensa, con la asociación de secta o perseguida por el poder de turno, mucho más en tiempos de dictadura. Algunos los caratulaban de loco, otros sencillamente de manipulador, en contraposición a aquellos que asimilaron sus palabras y enseñanzas en distintos libros o charlas al aire libre. El segundo dicho popular entonces es: “que muchas veces los locos son los únicos que dicen la verdad”

El documental de Leandro Bartoletti, que suma las voces en off de Gastón Pauls y Osmar Núñez, como narradores privilegiados, parte de la base del misterio, no juzga ni ensalza a Silo más que desde los testimonios de sus allegados, una recopilación de archivo televisivo, donde se reconoce, por ejemplo a Mónica Cahen D’Anvers, joven y en blanco y negro, al peruano ya fallecido en 2010 Hugo Guerrero Marthineitz, hasta entrevistadores chilenos o rusos, entre tantos otros. En esas perlas, el propio Silo, desde sus contestaciones no impostadas y respuestas reflexivas arma y desarma su propio mito, sintetiza pensamientos con poesía y gana la atención de quien se anima a romper prejuicios y escuchar sin racionalismo mediante.

Por eso, y para culminar con este texto, el tercer dicho se suma y no es otro que “de poeta y loco todos tienen un poco”.

Silo, el documental, camina por el difuso sendero de la espiritualidad migrante, convence desde los testimonios y riguroso material de archivo, pero lo más importante: no se encarga de develar ningún misterio para que prevalezca la figura del hombre por encima del mito.

Se estrena un documental sobre el fundador del Movimiento Humanista

http://www.fancinema.com.ar/2015/09/se-estrena-un-documental-sobre-el-fundador-del-movimiento-humanista/



El próximo 17 de septiembre se estrenará Silo, documental de Leandro Bartoletti sobre el fundador del Movimiento Humanista que cuenta con narraciones de Gastón Pauls y Osmar Núñez, y que se podrá ver en el Cine Gaumont (Rivadavia 1635, CABA).

Silo sigue a un personaje particular. Para algunos es el pensador que impulsó un movimiento espiritual y político que venció las fronteras y se extendió desde Argentina hasta la India. Para otros es el líder de una secta, un hábil manipulador y demagogo.

Sin embargo, para la mayoría sigue siendo un misterio. A través de este largometraje documental se narra la vida y obra de este insólito personaje, planteando la inquietante pregunta: ¿quién es Silo?

Bartoletti ha escrito y dirigido doce cortometrajes y documentales premiados en festivales nacionales e internacionales, entre los que se destacan El milagro secreto, Con palos y piedras, Los senderos y Kamikaze.

Sobre el documental, el director indicó que “en 2008 escuché por primera vez el nombre de Silo y empecé a investigar sobre su vida y obra. Mi primera reacción fue: ¿cómo no sabía nada sobre este hombre?”.

Tras indagar en los hitos de su vida personal y social, Bartoletti indicó que su intención fue “captar la atención de una inmensa cantidad de espectadores que nunca escucharon su nombre o que sólo vieron un graffitti con su figura en alguna pared porteña”.

Las ideas de Silo llegan al cine en un documental de Leandro Bartoletti

http://www.telam.com.ar/notas/201509/120380-documental-leandro-bartoletti-silo-humanismo.html



Para millones en el mundo Silo es reconocido como un pensador revolucionario que impulsó un movimiento espiritual y político que venció las fronteras y se extendió desde Argentina hasta la India, pero para mucho otros -quizás por incomprensión, quizás por envidia política- fue el líder de una secta, un hábil manipulador y demagogo.

Sin embargo, lo que el filme de Bartoletti expone es que, especialmente en la Argentina, Silo sigue siendo un desconocido o un verdadero misterio, y por eso reconstruye cronológicamente su vida y su obra -a través de más de 200 horas de material documental, archivos, fotos y testimonios del propio protagonista- en una narración extensa y minuciosa guiada por las voces en off de los actores Gastón Pauls y Osmar Núñez.

La película, que llegará hoy al Espacio Incaa KM 0, Cine Gaumont, expresa según Bartelotti el camino del creador de "un movimiento que aún hoy está vivo y en marcha, porque mucha gente está buscando un sentido, algo que la Iglesia y las religiones no le dan. Están buscando otros caminos y creo que el 'siloísmo' puede ser una respuesta. Es la posibilidad de un sentido que mucha gente busca".

"La propuesta de Silo es muy simple, una transformación social y personal, una transformación simultánea. Silo proponía que ambas transformaciones debían ir de la mano. Por eso hacía énfasis en la transformación interna y también en la actividad política y la transformación social de la realidad", afirmó el cineasta en relación a los objetivos que Rodríguez Cobos se propuso desde su Mendoza natal.



"Haber dedicado toda una vida para generar eso me resultaba muy interesante. Por eso mismo creo que hoy es el mejor contexto para hablar sobre Silo, porque hoy en día la gente está más abierta para escuchar otras propuestas sin prejuicios, hay una demanda de diversidad de voces y la gente ya no se queda con una sola versión sobre la realidad", destacó el Bartelotti.

Si bien venía propagando su espiritualidad humanista y un mensaje de paz y no violencia desde 1962, en plena época de efervescencia revolucionaria y luchas contra el capitalismo, Silo saltó a la fama en 1969 a partir de la edición de su libro "La mirada interna" (donde proponía "convertir el sinsentido de la vida en sentido y plenitud") y de una conferencia que realizó en Punta de Vaca, en plena montaña, frente a miles de seguidores.

A partir de allí llegaron el retiro en las montañas para escribir y meditar en 1969; una multitudinaria arenga a los pies del Aconcagua proponiendo la superación del sufrimiento; la intensa campaña de propaganda y las persecuciones en su contra; sus investigaciones esotéricas en las islas griegas de Corfú; sus masivas giras por la India; su amistad con Gorbachov; y la creación de una Marcha por la Paz que recorrió el mundo en 2009.

"Yo ingresé en el siloísmo en 2008 aunque nunca pude conocerlo, ingresé con mucha desconfianza porque nunca tuvo mucha difusión ni llegada a los medios, siempre fue un movimiento bastante under. La primera reacción que tuve fue preguntarme: ¿Cómo puede ser que no sabía nada sobre este hombre, uno piensa que conoce la cultura argentina y yo nunca había escuchado hablar de él?", recordó el director.

"Tenía cierta desconfianza y prejuicio, porque pensaba que era un tipo muy personalista. Cuando falleció en 2010 me puse a investigar más a fondo y ahí fue cuando la idea de una película comenzó a tomar forma. La investigación a fondo comenzó en 2012 y a medida que fuimos avanzando todos mis prejuicios iban quedando de lado: me encontré con un tipo muy humilde, modesto y muy querido por todas las personas que lo habían conocido", subrayó Bartelotti.

Para él, Silo "no es un filósofo o pensador al que estamos acostumbrados, si no un hombre muy movedizo, un hombre de acción, cuya virtud se nota en la arenga que hizo en la montaña y en los viajes que hizo por el mundo. Fue dejando semillas en todo el mundo, fundó grupos sociales, culturales, partidos políticos, y creo que es el único argentino que armó un movimiento con estructura mundial".

"Aunque se habla poco de él, y nunca se lo menciona, las pocas veces que se habla de él se preguntan sobre si es el líder de una secta o no. A mi me gustaría que esta película le de un cierre a todo esto y ojalá que se puedan empezar a discutir sus ideas sin prejuicios. Creo que es importante eso, cortar con esas acusaciones infundadas y que la película sirva para que lo conozca la gente que no sabe nada de él", anheló.

JUEVES 17/9 - ESTRENO DE SILO

Ayer, en una noche de muchas emociones y metas cumplidas, se estreno SILO en el cine Gaumont. La película fue un EXITO y llego al corazón de mucha gente que no conocía nada de su vida y obra. Queremos agradecer a todos los amigos, familiares y equipo técnico que hizo posible esta película. Ahora la meta es mas grande: LLEGAR A TODOS LOS CINES Y PANTALLAS POSIBLES para que la paz, la fuerza y la alegría reine en todas las personas dispuestas a recibir este mensaje.











SILO - CRITICA EN CLARIN



http://www.clarin.com/extrashow/cine/Silo-Critica_de_cine-Leandro_Bartoletti_0_1433256976.html

Crítica: Buena.Un documental que cumple con su función, rescatar el pensamiento de un hombre y un movimiento.

Por Horacio Bilbao.

De factura tradicional, Silo, el documental que retrata la vida de Mario Luis Rodríguez Cobos, recurre a un tono militante. Su director, Leandro Bartoletti, también siloista, logra un acercamiento al personaje por encima del hombre. Y su identificación con las ideas del fundador del Partido Humanista no son precisamente un problema para el filme, sino que le dan cierto tono épico para hablar de este hombre que murió exactamente hace cinco años.

Bartoletti ofrece un recorrido desde su infancia en una familia bien de Mendoza, sus días de estudiante brillante en la universidad y su conversión cuasi mística. Toda la película está orientada a rescatar su obra, a contextualizar una idea central en su pensamiento: no hay cambio social sin cambio interno. La pacificación, la no violencia, la transformación simultánea del individuo y la sociedad, formateados por este pensador a quien la derecha veía como el peligro comunista mientras que la izquierda lo consideraba un empleado de la CIA. Generalizaciones, claro.

Los retiros espirituales, su sermón de montaña, la persecución del gobierno de Onganía, la cosecha de seguidores, fieles, militantes, o como quieran llamarlos, son acompasados por ideas clave. Toda verdad, toda revolución, es triple dice, política, cultural y psicológica. 
¿Secta, fenómeno insólito, carácter mesiánico? Son estos algunos de los ataques que el documental se encarga de soslayar. Después es pura reivindicación de un movimiento difícil de clasificar.

Lo mejor del recorrido, básico desde la construcción cinematográfica, con voces en off de Gastón Pauls y Osmar Núñez y buen material de archivo, está en la elección de las ideas. Y datos de color como sus masivas charlas en India, su relación con Gorbachov. Una película homenaje y polémica sobre un personaje único.

"Silo"

Buena

Documental. Argentina, 2015, ATP, 98’. De Leandro Bartoletti. Sala: Espacio INCAA Gaumont

Leandro Bartoletti: "El cine argentino desaprovechó a Silo"



http://www.escribiendocine.com/entrevista/0011122-leandro-bartoletti-el-cine-argentino-desaprovecho-a-silo/

A través de Silo (2015) Leandro Bartoletti se propone narrar la vida y obra de este insólito personaje que entre sus hitos se encuentra la creación de un movimiento espiritual y político que trascendió fronteras, deslizándose desde la cordillera de los Andes hasta la India. "Silo es una persona fascinante. Unos podrán estar de acuerdo con sus ideas y otros no", dice en una charla con EscribiendoCine.

¿Cómo surgió la idea de trabajar sobre el tema de Silo?
Soy siloísta desde hace varios años y esa fue la principal motivación. Como cineasta, estuve unos cuantos años desarrollando proyectos de largometrajes que no pudieron concretarse por falta de presupuesto y me sentía bastante frustrado; en ese sentido, no es casual que mi primera película esté dedicada a un pensador que proclamaba que su doctrina no era para los triunfadores sino para los que llevan el fracaso en su corazón.

¿Por qué hacer un documental sobre él?
Silo es una persona fascinante. Unos podrán estar de acuerdo con sus ideas y otros no, pero hay algo incuestionable: el cine argentino lo desaprovechó. En los últimos años se hicieron muchos documentales interesantes y originales, pero Silo seguía siendo una asignatura pendiente. Es un buen momento para hacer una película sobre su vida y su obra. Confío en que hay un público que está buscando nuevas propuestas y podrán encontrar aquí una película con la historia de un pensador muy perseguido y desconocido. No es el típico pensador que está todo el tiempo sentado en un escritorio o moviéndose en ámbitos académicos o convencionales. Al contrario, Silo es un hombre de acción que recorrió todo el mundo, fundó grupos espirituales, partidos políticos, organizaciones sociales y culturales, y al mismo tiempo, soportó todas las acusaciones y difamaciones que nos podamos imaginar. Hoy, a la distancia, visualizamos los titulares de los diarios o los comentarios de los periodistas de los años 60 y 70, y nos causan gracia; la prensa era muy agresiva y muy torpe.

¿Cómo se decidió la estructura del documental, hubo una escritura o diseño previo? ¿Por qué la elección de la estética?
Empezamos filmando las entrevistas con un cuestionario muy extenso, y en simultáneo realizamos el rodaje en el Parque La Reja de Buenos Aires, el Parque Punta de Vacas en Mendoza y la casa de Silo, también en Mendoza. Después tuvimos un intenso y arduo trabajo de investigación visual: contábamos con unas 200 horas de material de archivo de Silo en diferentes etapas de su vida.

El guión definitivo se escribió cuando logramos clasificar todo el material de archivo y recién ahí pudimos presentarlo al INCAA.

El protagonista de la película es el propio Silo, hablando desde esos archivos, y el montaje era la herramienta fundamental para darle fluidez y sentido al material disponible. Nos propusimos también hacer una fuerte inversión y rompernos la cabeza para trabajar con animaciones y diseños en After Effects, buscando diferentes estéticas para cada etapa de la película. Resumiendo, podemos decir que Silo es un documental convencional desde el punto de vista estético: es una historia que empieza en los años 60 y avanza cronológicamente hasta la actualidad, intercalando las entrevistas y el material de archivo. Desde el aspecto meramente argumental, esta película nos brinda la oportunidad de conocer a un personaje desconocido, perseguido y fascinante.

Ahora estamos empezando a trabajar con otro proyecto documental que se llamará Yala, la arenga prohibida, que se concentra en los inicios del siloismo y tendrá un tratamiento estético completamente diferente: una película más poética y sensorial, con más climas, dejando de lado la rigurosidad cronológica, las entrevistas y el material de archivo.

¿Cómo se llevó a cabo la investigación y la elección de los entrevistados? ¿Quiénes son? El documental nunca da a conocer sus nombres y su relación con Silo.
Armamos un largo listado con siloistas que acompañaron a Silo en diferentes momentos de su vida, incluyendo a otros que si bien no tuvieron un trato muy personal, están muy comprometidos con el Movimiento. Me interesaba que se notara el cambio generacional a medida que la película avanza: empezamos entrevistando a personas de 60 ó 70 años y hacia el final tenemos chicos de 18 ó 20 años; eso nos brindó una diversidad de miradas y lenguajes con muchos matices. También contamos con la colaboración de dos periodistas e investigadores que no son siloístas y nos brindaron testimonios “desde afuera”: Pablo Corso y Alejandro Agostinelli.

Durante la postproducción, decidí descartar la posibilidad de incluir zócalos o sobreimpresos con los nombres de los entrevistados. Personalmente, me parece un recurso muy televisivo que funciona bien en documentales de History Channel pero acá estamos buscando otra cosa. Además, son muchas entrevistas y me resultaba muy tedioso tener que distraer al espectador a cada rato con el nombre del entrevistado. Considero que el protagonista es Silo, es “el vocalista”, y los entrevistados son un “coro” que le da fuerza al relato principal. En los títulos de crédito, incluimos una foto con el nombre de cada entrevistado para que al menos la gente sepa quién es quién.

¿Por qué ese diseño de marcos en los fotogramas, no le da cierta ligereza al material?
Una de las complicaciones de la postproducción es que estábamos trabajando con una resolución HD (1920x1080) y la mayoría del material de archivo se encontraba en resoluciones muy inferiores (640x480 ó 720x576, en el caso de los archivos televisivos, y de 320x530 en el caso de otros videos más caseros).

Teníamos dos opciones: estirar todo al 100% perjudicando la calidad de la imagen o mantener el tamaño original (dejando grandes porciones del encuadre totalmente vacíos). En algunos casos, optamos por estirar. Para la mayoría de los archivos, decidimos hacer composiciones en After Effects que rodearan y enmarcaran a los archivos, buscando diversas estéticas para que cada escena tuviera su propio estilo visual. Muchas personas nos han dicho que le gustaron esos diseños de marcos, sin saber que tuvimos que hacerlos por una cuestión técnica. A otros les parecerá que le da ligereza al material.

¿Cuánto demoro realizar todo el proyecto?
La idea empezó a gestarse en 2010, el año de la partida de Silo, y empezó a tomar forma definitiva en el 2012, cuando decidimos salir a filmar. Para financiar el proyecto, realizamos una campaña de aportes (crowfunding) en Internet. No recaudamos una fortuna, pero obtuvimos lo suficiente para gestionar los gastos de catering, equipamiento y el viaje a Mendoza.

En 2014 el proyecto se aprobó en el INCAA, en Vía Digital, y eso nos permitió hacer una fuerte inversión en postproducción, sin escatimar en gastos. Y en marzo de este año logramos tener el corte final. Ahora nuestros objetivos están puestos en la difusión en los Espacios INCAA de todo el país y en los festivales nacionales e internacionales (quedó seleccionada en el XI Festival Transterritorial de Cine Under, mientras esperamos la confirmación de otros festivales).

¿Se logró el objetivo deseado con el producto final?
Es una pregunta difícil de responder. Uno nunca está conforme. Si por mí fuera, seguiría haciendo cambios y correcciones. Salimos a filmar con un presupuesto muy básico. Contábamos con un grupo de profesionales que pusieron lo mejor de sí, pero no teníamos los equipos que necesitábamos y muchas cosas tuvimos que resolverlas a los apurones. En la postproducción se pueden hacer muchos arreglos, pero no se pueden hacer milagros. Pero bueno… Mi maestro en el cine y en la vida, José Martínez Suárez, ha dicho “las excusas no se filman”, y tiene toda la razón.

Por otro lado, teníamos el propósito de hacer una película independiente, aprovechando al máximo las herramientas disponibles, y en ese sentido podría decir que cumplimos con el objetivo: queríamos hacer una película intensa que lograra condensar en escasos 100 minutos toda la vida y obra de un pensador desconocido y marginado. Y lo hicimos.

¿Qué se espera del público al ver el documental?
Hasta la fecha, la película se ha proyectado en varios Parques del Movimiento Humanista, en España, Bolivia, Perú, Ecuador y México, mientras preparamos las versiones subtituladas para otros parques de Alemania, Hungría, India y Filipinas. Las reacciones y devoluciones han sido muy positivas, mucha gente nos escribió diciendo que se emocionaron hasta las lágrimas.

También organizamos algunas funciones privadas en Buenos Aires con personas que no sabían nada de Silo, y todos quedaron muy entusiasmados. Las reacciones más comunes son: “¿cómo puede ser que no sabía nada sobre este hombre?” A un nivel más cinematográfico, todos coinciden en decir que no se aburren, y eso ya es todo un elogio, teniendo en cuenta que buscamos un montaje dinámico y que estuviera, hablando en criollo, “siempre al palo”. En términos argumentales, era muy difícil armar una estructura que abarcara tantos temas y tanta diversidad de etapas sin marear ni desorientar al espectador, y creo que eso lo hemos podido hacer bien.

El estreno en Buenos Aires es una buena oportunidad para conocer la opinión de todos los espectadores que no son siloistas, que es el sector del público que más me interesa, porque desde el principio tuvimos en claro que no queríamos hacer una película proselitista ni de propaganda, sino una película que pudiera interesarle a todos aquellos que están desvinculados con el tema.

¿Cuál es tu próximo proyecto?
Actualmente estoy en la postproducción de un “falso” documental llamado Gato Muñoz, una película muy independiente y anárquica que realizamos con el cantante y actor español Gato Muñoz. Al mismo tiempo, tengo dos proyectos presentados en el INCAA: una ficción llamada Capitán Menganno, donde contaremos la historia de un superhéroe real que se dedica a patrullar las calles de Lanús; y un documental muy ficcionado, La otra Magia, donde nos involucraremos en el tema del esoterismo en Argentina.

Y a largo plazo, estamos desarrollando los guiones del documental Yala y el docu-ficción Invasores, basado en un interesante libro de Alejandro Agostinelli. Y con el guionista Hans Garrino estamos empezando a imaginar un guión que provisoriamente se llama Kronos, donde volveremos a contar la historia de Silo, pero como una ficción. Lo más difícil será encontrar al actor que interprete a Silo, pero ya tengo a uno en mente.

Entrevista con Leandro Bartoletti: El siloismo fue etiquetado por los medios de comunicación

http://cinefreaksargentina.com/2015/09/19/entrevista-con-leandro-bartoletti-el-siloismo-fue-etiquetado-por-los-medios-de-comunicacion/

De los muchos documentales que se están estrenando semana a semana Silo es uno de los más interesantes por poner el foco en un pensador de relevancia internacional pero virtualmente desconocido por estos lares. De este y otros temas nos habla su realizador Leandro Bartoletti en esta entrevista exclusiva para CineFreaks que compartimos con Uds. Se proyecta todos los días en el Gaumont – Espacio INCAA con funciones a las 11.25 y 21.20. El martes 22 se exhibe sólo por la mañana.

Pablo Ernesto Arahuete: -¿Si tuvieras que definir con tus palabras el Siloismo, lo relacionarías directamente con el esoterismo?

Leandro Bartoletti: –El siloismo es un corriente muy amplia y muy diversa, que abarca muchas temáticas. Hay una impronta esotérica que quedó muy marcada en los años 60, teniendo en cuenta que Silo participó en una escuela mística de Nápoles, pero hay muy poca información al respecto. Pero desde sus inicios, allá por 1962, el Siloismo se caracterizó por generar una doctrina de pensamiento y de acción que incluye temas espirituales, sociales, políticos y culturales. Esto ha sido muy complicado para muchos estudiosos, y sobre todo para los medios de comunicación, porque tienen la necesidad de encasillar todo, ponerle etiquetas a todo, y el Siloismo, para ellos, resulta muy inclasificable.

P.E.A: -¿Cuándo escuchaste por primera vez hablar de su máximo referente, el mendocino Mario Luis Rodríguez Cobos?

Leandro Bartoletti: –En el año 2008 estaba viajando en el tren Roca y vi un sticker anunciando una reunión del Movimiento Humanista. Me acerqué con mucha curiosidad y bastante desconfianza. En esa primera reunión, pude ver un video de 20 minutos sobre la historia de Silo y mi primera reacción fue: ¿cómo puede ser que nunca escuché hablar de este hombre? Uno cree que tiene muchos conocimientos sobre la historia y la cultura argentina, y de repente te encontrás con un pensador que tiene una dimensión internacional y acá, en nuestro país, pasó casi desapercibido.



P.E.A.: -¿Por qué decidiste hacer un documental?

Leandro Bartoletti: –Estuve durante años desarrollando proyectos de largometrajes que no pudieron concretarse por falta de recursos y me sentía bastante frustrado. La idea de hacer una película sobre un pensador que dijo que su doctrina no era para los triunfadores sino para los que llevan el fracaso en su corazón, resultó muy gratificante, porque así me sentía yo en el momento en el que iniciamos la preproducción. Al mismo tiempo, me interesa mucho el formato documental. Se están haciendo muchos documentales interesantes y originales, pero Silo seguía siendo un personaje desaprovechado por nuestra filmografía. Me pareció una buena ocasión para hacer el intento y aportar una película sobre Silo. Y creo que el contexto actual es el más apropiado. Hay mucho público que asiste a los cines para ver documentales, algo que antes no pasaba. Y confío en que van a encontrarse con una película intensa y dinámica sobre un personaje fascinante.

P.E.A: -¿Considerás que haber pasado a la esfera política con el movimiento humanista devenido Partido Humanista fue para Silo un paso positivo o alimentó el repudio del poder desde todos sus interlocutores?



Leandro Bartoletti: –Es evidente que la creación del Partido Humanista resultó muy inquietante para muchos sectores. ¿Ustedes eran espirituales y ahora son políticos? ¿En qué quedamos? Pero hay que tener en cuenta que la política es un tema que estaba presente en el Movimiento Humanista desde sus inicios. Silo proponía una transformación social y personal, una transformación simultánea. No podemos cambiar el exterior si seguimos arrastrando contradicciones en nuestro interior. Tampoco podemos estar todo el día haciendo meditación y después sentir indiferencia ante un niño que duerme en la calle. Eso me parece interesante, porque la mayoría de los movimientos y corrientes de pensamiento se juegan por una cosa o la otra (la revolución externa o la transformación interna), y el Siloismo propone que hay que hacer las dos, simultáneamente. En ese sentido, considero que el hecho de que los siloistas hayan fundado partidos políticos en todo el mundo es una acción coherente que no se contradice con la búsqueda espiritual.

P.E.A: -¿Tiene alguna relación la obra de Silo con el trabajo de El Cuarto Camino de George Gurdjieff?

Leandro Bartoletti: –Silo hacía referencia a muchos pensadores y escritores, tanto en sus libros como en sus discursos, y Gurdjieff era uno de los autores a los que más aludía. No es la única referencia, obviamente, pero sin dudas tuvo su influencia.



SILO - FUNCIÓN DEL VIERNES 18/9

LAURA DIAZ: Vale la pena verla. Para quienes no conocen nada sobre Silo resulta esclarecedora. Y para quienes tuvimos el placer de conocerlo en vida...nos deja una gran emocion en el pecho. Y la posibilidad de enterarme muchas cosas que no sabia sobre él. Su legado es enorme, "superar el sufrimiento"...pavadita nomas !!!
GRACIAS NEGRO, y gracias Leandro Bartoletti por tu trabajo.
Recomiendo verla: Silo, la pelicula - Cine Gaumont - Rivadavia 1635 - CABA








SABADO 19/9 - ENTRADAS AGOTADAS




SILO - CRITICA DE AMBITO FINANCIERO



"Silo" (Arg., 2015, habl. en esp.); Guión y dir.: L. Bartoletti; documental.

Parte de la Iglesia lo calificaba de falso mesías, líder de una secta dedicada a lavar cerebros. La otra parte lo veía como un loco lindo. Los hippies aplaudían su mensaje de paz pero rechazaban su práctica del ascetismo. Para la izquierda era un invento de la CIA destinado a confundir a las masas. En vez de Movimiento de Liberación Nacional y Social, él impulsaba un Movimiento de Liberación Interior. Para la derecha, era un enemigo del ser nacional, la familia y las buenas costumbres. López Rega y Pinochet mandaron ametrallarlo. Y el común de la gente ni sabía quién era. "El sabio de los Andes", lo llamaban sus discípulos. "El negro", sus amigos, aunque era medio coloradote.

Hijo de un enólogo que llegó a presidente de Bodegas Giol, el mendocino Mario Luis Rodríguez Cobos, alias Silo, se educó con los Hermanos Maristas, se destacó desde niño en los deportes y el estudio, llegó a conducir la Juventud Católica de la provincia, viajó un poco, leyó cosas buenas, de a poco fue organizando retiros espirituales por su cuenta, y de pronto, el 4 de mayo de 1969, cientos de personas viajaron hasta el pie del Aconcagua sólo para escucharlo. "Siga a Silo", decían los graffiti. "No me sigan", replicaba el propio Silo. Llevar la paz con uno mismo, tratar a los demás como uno quisiera que lo traten, aspirar a un mundo más espiritual, ésas eran sus bases, entre el cristianismo más sencillo, el budismo zen y el sentido práctico. Después se fue haciendo esotérico e internacional. ¡En la India acudieron las multitudes! Y al final de sus días volvió a la sencillez y la campechana franqueza. "Hemos fracasado", dijo respecto de sus sueños de armonía universal y las expectativas del Partido Humanista que había alentado. Pero levantando la cabeza prosiguió "Así fue como llegamos al momento actual. ¡No hemos llegado al futuro todavía!".

Este documental repasa su vida, con abundante archivo de andanzas, arengas, agresiones sufridas y entrevistas, desde Mónica en "Telenoche" hasta Guerrero Marthineitz y más recientes, desde Chile hasta Rusia, donde la Academia de Ciencias le otorgó un título Honoris Causa, y desde los comienzos hasta la despedida, ya enfermo pero con la risa estentórea y el carisma de siempre. La última media hora se estira demasiado en declaraciones de sus seguidores. De todos modos es interesante, y abre la curiosidad por leer sus libros, en especial "Humanizar la Tierra".