martes, 7 de abril de 2015

ENTREVISTA EN FILMARTE


http://www.filmarte.net/Entrevistas/leandro-bartoletti-silo-la-pelicula

Incansable y emprendedor, Leandro Bartoletti es graduado en la Carrera de Realizador Integral de Cine y Televisión del CIC. Actualmente trabaja en tres proyectos de largometraje que se encuentran en diferentes etapas de proceso. Todos de fuerte impronta documental y biográficos recorren personajes que van desde Menganno, el superhéroe del Sur, hasta Silo, el gran humanista y pensador que ha sabido cosechar seguidores en todo el mundo.

Silo —seudónimo de Mario Luis Rodríguez Cobos1 (Mendoza, 6 de enero de 1938 – Mendoza, 16 de septiembre de 20102 )— fue un escritor argentino y fundador del Movimiento Humanista. Conferenciante activo, escribió libros, cuentos, artículos y estudios relacionados con política, sociedad, psicología, espiritualidad y otros temas. Aunque él se definía como escritor, muchos de sus lectores lo consideran un pensador.

En ocasiones, sus detractores han querido hacerle aparecer como líder mesiánico o sectario. Así, su trayectoria ha ido desenvolviéndose entre quienes lo estudian, comprenden y difunden sus propuestas, y detenciones, oposición virulenta y prensa no siempre fidedigna. No obstante, siempre pudo llegar a la gente simple y común a quienes dirigió su mensaje.

La influencia de Silo quedó reflejada en notas necrológicas en el diario de Argentina y en el diario El País de España. Éste último se refiere a Silo como «fundador de una filosofía que llegó a reunir a un millón de seguidores en más de 100 países» y «un personaje extraño para Occidente, pero no lo hubiese sido de haber nacido en Oriente. Pregonaba un cambio espiritual y social a la vez para la refundación de la “nación humana”».



Dices que eres siloísta y que es muy estimulante que tu primera película sea sobre la vida y obra de Silo. ¿Dónde y cómo conociste a este pensador?
En el 2008, escuché por primera vez el nombre de Silo y empecé a participar en el Movimiento Humanista. Mi primera reacción fue “¿cómo no sabía nada sobre este hombre?”. En mi país, Silo sigue siendo un desconocido para la mayoría de las personas y eso es muy llamativo.
Se trata de un pensador que ha forjado una obra muy vasta y diversa, abarcando temas como la espiritualidad, la política, la psicología, la sociología y un largo etcétera. Uno de los aspectos que más me interesaron de su doctrina fue la propuesta de una transformación simultánea. No hay cambio social sin cambio interno, y viceversa.
Cinematográficamente, la vida de Silo nos aporta muchos datos interesantes. No se trata del típico pensador que está todo el día sentado en su escritorio. Estamos hablando de un hombre de acción, que supo organizar un movimiento social y político que trascendió las fronteras, desde Los Andes hasta la India.
Me sorprendieron los hitos de su vida, la formación de grupos de autoconocimiento en los años ´60, la arenga realizada en los Andes en 1969, las persecusiones, la censura, las encarcelaciones, sus masivas movilizaciones en la India, la creación de un partido político internacional, la organización de una marcha mundial por la paz y la no-violencia, entre otros hechos relevantes.
En resumen, es la historia de un hombre sabio que fue muy perseguido y cuya influencia aún está en proceso de expansión.

   
Imagino que para poder hacer un documental biográfico sobre él habrás tenido que documentarte mucho.
Contamos con mucha documentación a nuestra disposición. Por un lado, las Obras Completas de Silo y unas 100 horas con entrevistas que realizamos en Buenos Aires y Mendoza.
Y tenemos que agregar unas 200 horas de material de archivo de Silo, donde encontramos entrevistas televisivas, conferencias, actividades, etc.
El proceso de post-producción fue intenso y muy largo. Es mi primer largometraje y en más de una ocasión tuve que golpearme la cabeza contra la pared y decir: ¿Por qué tuve que hacer una película sobre Silo? ¿Por qué no elegí una temática más simple?



Preséntanos a 300Films.
En 2012, tuve la oportunidad de fundar la productora audiovisual 300FILMS, con dos colegas, Federico Sidañez y Gustavo Di Virgilio, donde brindamos servicios de guión, dirección y post-producción.
Nos cansamos de esperar “la gran oportunidad”, nos cansamos de esperar la llegada de un magnate con una valija llena de dólares. Tenemos que ponernos a trabajar para poder hacer nuestras películas. Pero no contamos con suficientes contactos, ni antecedentes ni fortunas personales como para poder autofinanciar y concretar nuestros sueños, así que nuestro objetivo es asociarnos con otras productoras integradas por jóvenes profesionales para poder realizar nuestros proyectos. Por separado somos pequeños, pero juntos somos fuertes y podemos salir adelante.
Actualmente, estamos terminando “Silo” y nos concentramos en la realización de las películas “La otra Magia”, “Capitán Menganno”, “Molinarión” y “Kronos”.


Háblanos de las fórmulas de financiación de la película. ¿Cuáles fueron los principales apoyos a la hora de producirl "Silo"?
Para la realización de “Silo” contamos con el apoyo del productor Matías Payer, de la productora AsoproDigital, que brindó equipamiento para dar inicio al rodaje. Así que teníamos las cámaras, luces y sonido, y un grupo de profesionales que aceptaron trabajar gratis… pero no teníamos el dinero suficiente para financiar las jornadas de rodaje, sobre todo el viaje a la provincia de Mendoza.
Para reunir la financiación, decidimos hacer una campaña de aportes en Internet, un crowdfunding, invitando a todos a invertir en la película. Recibimos muchos aportes de todas partes del mundo. Una gran cantidad de ciber-productores aceptaron participar y apoyar económicamente esta iniciativa. Y así pudimos ponernos en marcha.
Más tarde, obtuvimos un subsidio del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales, que nos permitió terminar el rodaje, pagarle el sueldo a todos los que participaron, y llevar adelante una postproducción profesional, sin escatimar en gastos a la hora de elevar el nivel estético de la película.


   
Seguro que durante el rodaje hubo muchas anécdotas. Cuéntanos algunas.
El rodaje de “Silo” me permitió conocer a muchas personas interesantes, que brindaron muy buenos testimonios. Sin duda, lo más importante fue haber tenido la posibilidad de filmar en la casa de Silo en Chacras de Coria, Mendoza, donde fuimos muy bien recibidos por su esposa, Ana Luisa Cremaschi, y pasamos una tarde muy agradable, compartiendo anécdotas y material de archivo inédito.


¿Cómo se ha llevado a cabo la postproducción? ¿Cuál ha sido la pieza clave de esa fase?
Me gano la vida como editor de videos, por lo tanto me hice cargo de la postproducción integral de la película.
La post-producción fue la pieza clave de este proyecto, teniendo en cuenta que gran parte de la película se construye con material de archivo y contábamos con más de 200 horas de videos.
Fueron largos meses de edición, encerrado en mi habitación, tomando muchas tazas de café, intentando encontrarle un sentido a todo ese material. Con mucho esfuerzo y dedicación, pude editar una versión de 10 horas de duración. Las noches de insomnio me permitieron resumir esa versión y llegar al armado final.
También contamos con un intenso trabajo en After Effects, a cargo de Nicolás Lago Millán, para aportar la mayor originalidad posible a la película y generar buenos diseños y animaciones.
La postproducción de sonido, a cargo de Martín Castigliego de UntendonCine, también fue muy larga y densa, por la diversidad de sonidos con los que contábamos y porque tuvimos que resolver muchos problemas con respecto a la grabación de sonido en rodaje.
El principal desafío consistió en poder encontrar el lenguaje de la película. No queríamos hacer un documental televisivo o meramente informativo; nuestra propuesta es crear un film que los espectadores puedan vivenciar como una experiencia cinematográfica. Creo que lo hemos logrado.


La película se presentó como “Work in progress” en el Festival de Mar del Plata. ¿Qué más acciones tienes de cara a festivales de cine, ¿qué sensaciones has tenido en este aspecto?
Cuando estábamos en pleno proceso de postproducción, tuvimos la posibilidad de participar en el Festival de Cine de Mar del Plata, dentro de la sección Work in Progress, donde proyectamos un avance de 8 minutos de la película. Regresamos muy entusiasmados con el recibimiento y la curiosidad que generó este breve avance.


Ahora que ya puedes ver la película terminada, ¿qué es lo que, personalmente como espectador, más te gusta?
Ha llegado el momento en que necesito tomar distancia. He visto esta películas unas veinte veces, en sus diversas etapas de montaje. Ahora le pertenece al público, y que ellos saquen sus propias conclusiones.
Hasta el momento hemos realizado tres funciones con un grupo de espectadores; algunos de ellos eran siloístas y otros no sabían absolutamente nada sobre el tema. Es gratificante notar que todos se han emocionado y disfrutaron plenamente del film. Y aquellos que no conocían a Silo, sienten el impulso de saber más.



¿Y de qué te sientes más satisfecho como director?
Mi primera película es un documental sobre Silo y esa es mi principal satisfacción.
Durante años, estuve impulsando proyectos de largometraje que no pudieron concretarse por problemas de financiación. A los 36, me sentía muy frustrado. Y la posibilidad de hacer una película sobre el hombre que dijo “Mi enseñanza no es para los triunfadores sino para aquellos que llevan el fracaso en su corazón” fue muy significativa y metafórica, porque así es como me sentía en el momento en que iniciamos la pre-producción.
Al mismo tiempo, siento que este es un buen contexto histórico para hacer una película sobre Silo y puede ser un film inspirador para muchas personas.

   
¿Qué le dirías a un amigo para recomendarle que fuese a ver la película?
Es una película sobre el despertar de la conciencia y sobre la posibilidad de ingresar en una nueva etapa de la humanidad; creo que ha llegado el momento de dar un salto evolutivo y hay muchos indicios a nivel mundial que nos permiten creer que ese cambio es posible. Y también es una película divertida, porque Silo tenía mucho sentido del humor y esa característica está presente en la mayoría de las escenas.
Por último, agregaré que es una película sobre un personaje desconocido, perseguido y subestimado, y vale la pena darle una oportunidad.



¿Tienes pensado, a priori, cómo será su distribución?
Para el 2015, nuestro principal objetivo es recorrer los caminos tradicionales de distribución, es decir, gestionar el estreno en salas comerciales, apostando a una amplia difusión en las redes sociales. También queremos presentar la película en la mayor cantidad de festivales nacionales e internacionales, buscando distribuidores que nos permitan estrenar en otros países. Confío en que la universalidad de los temas que planteamos puedan generar interés en otras regiones.


¿Sientes que merece la pena el enorme esfuerzo que supone hacer cine?
Por supuesto. Es un ámbito muy hostil, a veces hay poco trabajo y cuesta llegar a fin de mes.
Uno quisiera estar todo el día escribiendo y filmando, pero lamentablemente tenemos que estar todo el tiempo buscando financiación para poder filmar, eso es muy desgastante y no es una tarea muy creativa que digamos.
Pero vale la pena.
Vale la pena esforzarse, animarse y comprometerse. En el camino, siempre encontrás personas que están dispuestas a colaborar y tenés la posibilidad de avanzar en una profesión que, para mí, es la mejor profesión que existe, porque te permite conocer nuevos mundos, indagar, profundizar y encontrarle un sentido a nuesto efímero paso por el mundo.


¿Qué opinas del panorama actual del cine Argentino?
Es difícil hacer cine en Argentina, pero no es imposible. Si querés autofinanciar tus proyectos y hacer películas independientes, podés contar con muchos técnicos profesionales que están dispuestos a trabajar gratis y entregar lo mejor de sí. A un nivel más industrial, siempre existe la posibilidad de acceder a un subsidio o crédito de INCAA, aunque son demasiado burocráticos y ponen muchos palos en la rueda.
Pero por suerte hay muchas personas entusiastas, con ganas de trabajar y de crear.
Creo que el principal problema de nuestro cine fue, es y seguirá siendo la distribución. La mayoría de las películas nacionales son “invisibles”, no pueden encontrar un espacio en las salas comerciales ni en los festivales. Incluso cuando logran estrenarse comercialmente, la mayoría de las personas no se enteran y pasan desapercibidas. Es necesario unir nuestros esfuerzos individuales para poder crear nuevos espacios de difusión y poder llegar a los espectadores. En ese sentido, hay emprendimientos muy interesantes, como el Cluster Audiovisual impulsado por José Campusano, donde se están nucleando muchos cineastas, productores y actores que están buscando su propio espacio. Si el espacio no está, es necesario crearlo.

MAGWILL FILM FESTIVAL

"Silo" ya empezó su recorrido en los festivales internacionales.
Selección Oficial en el Magwill Film Festival de Estados Unidos.
Y se vienen más...